Cuando uno entra a la carrera en mi caso Comunicación lo primero que quería hacer era acabarme al mundo de un sólo bocado, y los sueños guajiros salen de nuestra mente y creamos proyectos, cortometrajes, revistas, y todo lo que se nos ocurra, chafas eso sí, pero con una gran pasión, la pasión de sacar nuestras inquietudes; y conforme voy avanzando en la carrera me doy cuenta que poco a poco el interés que me llamo en primer semestre se va a acabando y empiezo a darme de topes de que ahora ya estoy en otro nivel ya no puedo hacer esas ridiculeces, ya tengo que hacer algo profesional y nomas son escusas porque al final no logro hacer nada.
Por qué conforme uno va avanzando uno va dejando de soñar, ahora que ya debí haber salido de la carrera que por cuestiones de “flojera” me he quedado otro semestre más para terminar la tesis es que si de algo he aprendido es, que debo comenzar con volver hacer los sueños guajiros posibles, no sentirme avergonzado de que estoy en noveno y no se tomar fotografías, no puedo dirigir un cortometraje, o lo que sea según yo incapaz de hacer y no querer intentar por miedo al ridículo, no señor.
De errores se comienza, y dar ese pequeño salto.
Y un día Eureka, lo he conseguido.
Aquí les dejo un video con una mirada documentalista de un cuate.
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